Con la aparición del volumen XXI de Estudios de Antropología Biológica, conmemoramos los 40 años de nuestra publicación, órgano oficial de la Asociación Mexicana de Antropología Biológica y editada conjuntamente con la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Nacional de Antropología e Historia. 

En agosto de 1982, en efecto, salió de prensa el volumen I de esta publi-cación, con el pie editorial del Instituto de Investigaciones Antropológicas. En él se reunían una serie de trabajos presentados en el I Coloquio de Antropología Física “Juan Comas”, realizado en junio de 1980, en memoria del ilustre maestro de la antropología física mexicana al cumplirse un año de su deceso, ocurrido en enero de 1979.Transcurridas cuatro décadas desde la aparición del volumen I, podemos preguntarnos cuál ha sido su significado en el trascurrir de la disciplina en México y en el quehacer de nuestra comunidad antropológica. Se puede afirmar, sin duda, que ha sido un elemento positivo en la proyección de la antropología física de nuestro país. No dejamos de reconocer que ha habido en el camino momentos difíciles, pero también una voluntad decidida para superarlos. Como lo documentó la Gaceta de la unAm al anunciar el Primer Coloquio de Antro-pología física, se trataba de dar cauce a los requerimientos de una disciplina, en la difusión de sus productos de investigación, de estímulo al intercambio científico y a la promoción de su quehacer académico. Estudios de Antropología Biológica ha cumplido definitivamente esos propósitos.