
Yoko Sugiura
El valle de Toluca tiene una historia milenaria y fecunda, cuya primera manifestación se remonta, por lo menos, unos 3500 años atrás. A partir de entonces hasta la Conquista, que trunca abruptamente su desarrollo, las sociedades prehispánicas que albergó este fértil valle han dejado huellas imborrables que aún hoy día sobreviven a pesar del embate urbanístico. En este libro se aborda básicamente uno de los momentos de mayor trascendencia en la historia del México antiguo, el Epiclásico (600-900 dC). Es éste un periodo en el cual la desintegración del antiguo orden presidido por el Estado teotihuacano propicia un complejo proceso de reordenamiento político, social y económico, el cual afecta profundamente los aspectos culturales del centro de México. Los cánones teotihuacanos se desvanecen y, se da paso a otros códigos o modelos culturales, los cuales se manifiestan en las nuevas formas de ordenar los asentamientos humanos. En este momento histórico, el valle de Toluca adquiere una importancia propia dentro del Altiplano Central. Con base en los resultados obtenidos en el transcurso de cuatro años del reconocimiento intensivo durante el cual se cubrieron cerca de 1 500 km2 de la superficie del valle de Toluca, y a través del estudio de sus asentamientos humanos, este libro trata de dilucidar el momento histórico de mayor importancia que tras el ocaso del Estado teotihuacano alcanzó aquel valle. Dicho esclarecimiento es clave para comprender el fin del mundo teotihuacano y la gestación del señorío matlatzinca en la región mencionada.