
Andrés Medina Hernández y Dolores Ávila (compiladores)
¿Por qué una antología de Gabriel Moedano Navarro? Porque, transcurridas casi dos décadas desde su desaparición física, quizá resulte oportuno allegar una herramienta que permita llevar a cabo un balance de su obra para apreciar debidamente el papel que desempeñó en el desarrollo del folklore en nuestro país.
De acuerdo con los criterios actuales, podría decirse que no fue Moedano autor prolífico de textos escritos, pero su producción escrita debe estimarse recordando que fue investigador pionero en los diversos temas por los que se interesó. Aquí recogemos los textos que pudimos localizar y sabemos de la existencia de algunos otros. Por otra parte, no cabe duda de que su mayor fortaleza parece haber residido precisamente en el campo que constituyó la esencia tanto de su vida como de su obra: la oralidad. Disfrutó y practicó con maestría el arte de la conversación y, dentro de él, los llamados “géneros menores” de la expresión oral: gran narrador de anécdotas de su propia vida y de la de otros, conocedor de multitud de dichos y refranes, juegos de palabras, chistes. Como académico, tuvo predilección por difundir sus conocimientos y experiencias por la vía de la palabra hablada: dio clases desde muy joven, participó en numerosos congresos con ponencias que no siempre llegaron a materializarse en un impreso, impartió conferencias, acudió a programas de radio, concedió entrevistas. Pero, como sucede con la mayoría de las expresiones orales, difícilmente queda registro puntual y recuperable de ellas.
Localizar los trabajos escritos por Gabriel Moedano conllevó una búsqueda paciente en diversos repositorios bibliográficos y documentales, además del suyo personal. Prepararlos para su publicación significó en algunos casos reconstruir las circunstancias en que fueron producidos para poder completar o corregir algún dato. Pero salvo esta labor formal de edición, queremos subrayar que los materiales aquí compilados constituyen documentos históricos que, respetados en su contenido original, permitirán al lector remontarse en el tiempo. De acuerdo con el breve recorrido histórico aquí expuesto, quedaron organizados en tres apartados: teoría del folklore, etnografía y población afrodescendiente.