Ciertamente la cavidad craneana de los hombres en promedio es más amplia,
pero también es cierto que las cavidades de las mujeres pertenecen a cuerpos que, también
en promedio, suelen ser más pequeños. Si acudimos al cálculo proporcional, encontramos
que el tamaño relativo es prácticamente el mismo en los dos sexos, por lo que no es posible
afirmar con verosimilitud que las mujeres poseen cavidades (cerebros) más reducidos y,
menos aún, concluir que las diferencias absolutas se traducen en capacidades o aptitudes
diferenciadas
Publicado en el Boletín Antropológicas. Especial de la CInIG 25N